lunes, 27 de septiembre de 2010

So What?

Para empezar el día es bueno hablar con alguien.
Enciendo la televisión.
Ella es mi contertulia más personal,
aunque yo no pueda replicarla.
Hay veces que el silencio sólo es deseable en la música.
Me he visto subiendo el volumen para no oírme a mí mismo.
Es preferible.
Ya me escucho lo suficiente por las noches.
No me duermo hasta que me harto de mí mismo.
Es la mejor forma de cansancio.
Por eso practico el ascetismo del sueño.
Entro en el místico estado de vigilia
a través del café y una dieta de estrés.
El pesimismo es la respuesta de mi mente racional
(ejem, no sé hipercorregir la palabra racional)
a todos los intentos de mi cuerpo.
Que nadie consienta en replicarme que no es así.
Nisiquiera la televisión lo hará.
El café no me hace estar más despierto,
y aunque no pueda dormir,
no significa que consiga lo contrario.
El mío es un estado de perenne rutina solitaria,
deseando ser viejo para volver a desear ser joven.
Hay días mejores,
cuando consigo replicarle a la televisión
y dejarla muda.

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