sábado, 12 de junio de 2010

2

yo en tus ojos.
-clarea el día-
o falta poco,
porque ya lo noto.

viernes, 11 de junio de 2010

1

Te miro y me sonrío.
Me gusta sonreírte
porque me crees
un maldito vicio.

lunes, 7 de junio de 2010

Tres días sin levantar la mirada de un papel.
y aunque el aviso me lo dé
el terrible dolor en la cabeza,
el fin no llega, ya sabéis,
es un alivio (el dolor), al menos paro.

Paseo como un gato por la casa, me relamo.
¿No se ve el techo un poco más bajo hoy?
Pero los gatos no piensan,
y por eso me duele la cabeza, ya sabéis,
la soledad del onanismo, al menos las canciones son bonitas.

sábado, 5 de junio de 2010

¿Por qué los que nos abandonáis,
amigos lejanos, muertos,
amantes nuestros, en fin,
todos,
no os preocupáis jamás,
ni os habéis preocupado,
de dejarnos aquí, entre estos muros,
entre los cielos y los mares,
solos?

Desfilando, unos y otros
por las vidas,
¡qué coño!
por las tristes vidas,
de los que nos quedamos.

Alguna vez puede que pase yo también
por alguna miserable vida,
y sea otro el que ponga los ojos en la puerta,
de pie o sentado en el borde de la cama,
en fin, otro viajero más
que recordará como algo soñado
las noches y los encuentros.

El olvido nos es ambivalente,
es dulce y es cruel, como la muerte
cuando nos entierra las miradas,
cuando sólo nos deja los hechos.

¿Por qué nos abandonáis,
amigos, muertos y amantes,
y nos dejáis confiando
con luces de esperanza en las miradas,
con el vacío de ser amados,
y con el deseo maldito en las entrañas?

viernes, 4 de junio de 2010

:)

Sabéis bien, que
tumbado en la hierba de color de olivo
con el reverso plateado en las briznas,
oliendo, sonriendo y rodando por el suelo,
aliviado de no quererme a mí mismo,

Me gustaría dejar los pensamientos fenecidos
pasándome la mano por la frente.

Y aunque es cierto que la soledad me atraviesa con el desnudo
reflejo de mí mismo,
me gustaría pensar que en los días soleados
me despertaré sonriendo, al igual que en los días grises,

Porque no quedará nada,
ni sentidos, ni sentidas
explicaciones,
ni razones.

Y porque entenderé, suspiraré,
¡Qué sé yo!, mil cosas,
que al no amarme,
me comprendiste totalmente.