lunes, 7 de junio de 2010

Tres días sin levantar la mirada de un papel.
y aunque el aviso me lo dé
el terrible dolor en la cabeza,
el fin no llega, ya sabéis,
es un alivio (el dolor), al menos paro.

Paseo como un gato por la casa, me relamo.
¿No se ve el techo un poco más bajo hoy?
Pero los gatos no piensan,
y por eso me duele la cabeza, ya sabéis,
la soledad del onanismo, al menos las canciones son bonitas.

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