lunes, 6 de septiembre de 2010

Dear boy!

Estúpidas sonrisas.
El optimismo.
Nos reímos en la vida
y de la muerte.

Los estúpidos dolores
me dan risa, sí,
aunque sean llamas
que me dejen reducido a la nada.

Somos todos "Cándidos",
misericordiosos, inocentes,
nos reíamos incluso
cuando a Pangloss le llegó la muerte.

Nos burlamos de todos, en silencio,
por música, por literatura, por promesas.
Victorias gigantes celebradas con silbidos en la calle.
Como Dmitri y su novena,

Nos burlamos de la mano de la muerte,
y del fin, por eso seguimos vivos,
porque todo da igual, y en la balanza
no pesamos, ni iremos al infierno,

Ni al cielo, ni al limbo (porque ya no existe,
ejem, otro paréntesis (¿dónde irán ahora los niños no bautizados?)),
demasiado es ya cargar con ese conocimiento
como para seguir pecando.

¡Disfruten las almas hasta que se marchiten los cuerpos!

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