Al exterior florece.
un marco de cristal
invade la oscuridad
de la celda
con suelos de parquet
roído.
Pero sigo odiando los equinoccios.
Con la mano puesta en el alma
y mirando al suelo,
(como debe ser)
anticipando un golpe,
comprobé,
por razón o estadística
que la primavera nunca trae nada bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario