miércoles, 6 de octubre de 2010

Hachecetamol


 
Poco hinocente.

Nahif

Algo.


Pelín halcoholizado.

Románthico. Casi himbécil
Haromatizado.

Hextraño, pero natural.
Hegocomprometido.

Hadrianus.

Con cierto sentido hexperimental
pero
apenas hexperimentado.

No el suficiente.
Defectuosamente hilhusihonado

y

Amante de lo hinanhimado.

Hoye! - a veces llamado.

Nos. Con afán imperialista.

Cobarde.
Horgullo de insomne.

A fuerza solitario.

Hiperhactivo.

Hamhador más que hamado.

Mucho más.
Penosamente más.

Cuidadosamente despechado.

Mal poheta accidentado.
Melómhano hempedernido.

Fácilmente decepcionado.
Hinambicioso.

Pateador de cementerios.

Hego sum qui sum.
 


"(...)Parece claro que las haches se emplean sobre todo en el caso de las grandes palabras, para limpiarlas de la costra retórica que las ha ido cubriendo durante años (...) Sirven, pues, de vacuna irónica contra la hinchazón. Muchas veces se aplican a uno mismo, para burlarse cuando se nos escapan palabras demasiado "sublimes". Suponen, en fin, un guiño de ojos amistoso al lector para que sepa que, en el fondo, "no es para tanto", y que debe tomarse esa frase un poco a broma - es decir, en serio."
- A. Amorós, Introducción a "Rayuela"

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